martes, 25 de julio de 2017

La Salud Social: la salud no mercantilizada

En un contexto caracterizado por el vaciamiento y mercantilización de la salud pública, existe una propuesta diferente, la Salud Social.
La misma responde a una manera de entender la salud y la enfermedad que responde al contexto en el que uno se desarrolla y en el que uno convive. 

En visita a la FM Tinkunaco, Giglio Prado, referente argentino de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social -ALMES, explicó en qué consiste ésta medicina “La salud social no está tan lejos, como pareciera, de lo que nos pasa todos los días tratando de luchar por la salud y el buen vivir. (…) La idea medicina social es muy antigua, viene del siglo XIX cuando algunos pensadores señalan que la salud y la enfermedad no es una cuestión de gérmenes sino que es un problema de condiciones de vida, de vivienda, de agua, de trabajo, de las condiciones de trabajo, entonces ahí se acuña la idea de la medicina social”.

La Asociación Latinoamericana de Medicina Social fue constituida durante el III Seminario Latinoamericano de Medicina Social en la ciudad de Ouro Preto, Brasil, en Noviembre de 1984, con el fin de profundizar en el conocimiento de las relaciones entre salud y sociedad.

Prado, además, describió su trabajo “es una red de investigadores, de profesionales que funciona a nivel latinoamericano. Todos nosotros trabajamos en cosas muy concretas, no es que somos algo internacional sino que somos internacionalistas sabiendo que además de los problemas que tenemos acá, de las tareas que tenemos acá y de los problemas políticos que tenemos acá, en alguna medida tenemos que tener una vocación latinoamericanista porque los problemas que tenemos en Argentina son muy parecidos a los que tenemos en Brasil, a los que tenemos en México, en Chile. Entonces nosotros creemos firmemente en un proyecto emancipador latinoamericano que ponga las cosas en su justo término; no en el terreno de los negocios, de las ganancias, sino en el terreno de las necesidades reales de las personas”


También se autodefinen como un movimiento social, académico y político con una perspectiva de desarrollo de la Salud Pública y de la Medicina Social orientada hacia la resolución de los determinantes histórico-sociales del proceso salud-enfermedad.

Giglio Prado, además remarcó “los países que funcionan bien, que tienen mejores indicadores, que se le mueren menos niños, que tienen menos enfermedades, que la gente vive más años son los países que tienen lo que se llama Sistemas Únicos de Salud financiado de rentas generales igualito para todos. Para nosotros es una utopía lejana porque nosotros somos un país con una gran fragmentación y una gran inequidad”.

Prado le dio total importancia al contexto a la realidad de cada individuo, del valor de la interacción con un otro que entienda la problemática y se solidarice “se requiere de gente trabajando con gente y requiere de una cosa que es extraordinariamente importante que se haga sentido común. Si la gente pide un hospital de complejidad, en la esquina, con ambulancia y tomógrafo estamos fritos. La gente tiene que pedir todos estos satisfactores y organizarse para tener esta solidaridad en el barrio, organizarse para ver qué pasa con los pibes de la esquina, si hacen deporte o se dedican a ser colonizados por los  problemas que tenemos. Nosotros tenemos que estar atentos a toda esta trama social y eso es lo que mejora nuestras posibilidades de vivir bien y tener buen vivir”.

Hernán Alegría, referente de Sofovial - colectivo de trabajo articulador de la Educación Popular con la Comunicación y la Estrategia de Atención Primaria de la Salud – también  dio su posición respecto al ámbito social “A mí me parece que está muy vinculada esta educación popular con el fundamento, con el concepto de la medicina social que se desprende de la soberbia del conocimiento  y construye con el otro. Y esas prácticas que hemos rescatado  lo largo del país son como fantasmas para el Ministerio, para el sistema propio de salud, para las propias universidades. Es como que las nombran pero no están en ningún lado  y nosotros hemos logrado haber registrado audiovisualmente, o sea tener a esos fantasmas haciendo cosas; mostrar que esos  fantasmas viven, existen, están  y me parece que en este caso la comunicación comunitaria también es un ingrediente que fortalece el buen vivir. Y todo esto pasan a ser como las nuevas alternativas a lo que nos propone el sistema, me parece que hemos ido reconociendo que otro mundo es posible, otro manera de vivir es posible”

Compartimos la entrevista completa


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