En la madrugada del día de hoy, vecinos de Campo de Mayo
fueron testigos de las prácticas nocturnas que ésta guarnición realizó pasadas
la 1 de la madrugada.
A 10 días de la Marcha a Campo de Mayo por los 41 años del
último golpe cívico militar en nuestro país y días de darse a conocer la
importante compra en armamento que realizó el gobierno argentino a Estados
Unidos, hay quienes interpretan estás prácticas nocturnas como una provocación.
En diálogo con Gastón Guerra, referente de la Herrería
Teatro y vecino de Bella Vista, explicó el susto que le provocaron las explosiones
“la verdad es que eran muy fuertes y se repitieron durante un tiempo largo,
cada 5 o 10 minutos. Me temblaba todo, me asuste un poco; no es que nunca haya
escuchado bombas pero esta vez fueron mucho más fuertes”.
Los comentarios y publicaciones en las redes sociales fueron
inmediatas a los primeros estruendos, y según explicó Guerra el también acudió
a sus redes sociales para ver si sus vecinos habían escuchado “todos estaban en
la misma situación, se habían despertado los niños llorando, y también explicarles
que a poco metros de su casa estaban tirando bombas. Me comentó gente que vive
a 2 o 3 kilómetros que todavía se escuchaba”.
Hace pocas horas círculo la información que desde Campo de
Mayo se habría pedido permiso para realizar la primera práctica de año del curso básico de
explosivos que desarrolla El Comando de la Agrupación de Fuerzas de Operaciones
Especiales en campo de Mayo. Pero aún así los vecinos no fueron avisados ni
prevenidos acerca de la actividad.
Frente a esto, Gastón Guerra sostuvo “Si me hubiesen avisado, me hubiese
preparado para sentir bombas a 400 mts de mi casa, nadie nos avisó; por lo
menos en la región un cartel ¿tenemos que naturalizar que tiren bombas a pocos
metros de casa? En Campo de Mayo, con la historia que tiene ese lugar, con las
semana que hemos pasado. Estamos bastante sensibles con el tema y me parece
casi una provocación”.
Finalmente culminó “¿Qué mundo queremos para los pibes? ¿Qué
le podemos explicar a un pibe que se despierta con una bomba? Yo ya no lo
quiero vivir más. Cuando iba a segundo grado, acá viviendo en San Miguel, me hacían
hacer simulacro de bombas en la guerra de Malvinas, esconderte debajo de los
bancos, salir corriendo de la escuela sonando la alarma. No es el mundo que
quiero ni para mi, ni para mis hijos, ni para nadie; estoy bastante indignado”.
Compartimos la entrevista completa
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