A esta altura, decir que Pablo Schamray es un buen proyecto de escritor sería menospreciarlo: a los 15 años, el joven ya tiene dos libros publicados y es el reciente ganador del programa televisivo de cultura literaria “El Encuentro del Saber”, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia del certamen.
Pablo reparte sus días entre Moreno y Presidente Derqui: en la localidad estudia inglés, aprende guitarra y tiene a la mayoría de sus amigos, ya que cursó hasta bien entrada la primaria en el Instituto Cardenal Copello.
No es extraño que el adolescente haya ganado un concurso de saber literario: escribe cuentos, poemas y novelas desde que tenía apenas 4 años, y a los 13 años ya había publicado una antología, “El fino hilo de la obsesión”, mientras que este año llegó su segundo libro, “Crónicas del dueño de las calles”.
En diálogo con El Diario, recordó que “empecé a leer a los 2 años, ya que mi mamá me enseñaba las letras y el abecedario. Los primeros cuentos que escribí se perdieron todos, pero hace unos años empecé a rescatar lo que escribí. Así edité una antología de lo escrito entre 2006 y 2009, con cuentos y algunos poemas”.
Además, Pablo ganó -junto a 100 escritores seleccionados de entre 3.000 autores de diferentes partes del mundo- la posibilidad de intervenir en la antología poética “Huellas del alma”. El libro se presentó en la Feria Internacional del Libro, junto a los diferentes ganadores. Algo similar ocurrió con otra antología, “Bitácora”.
Ante semejante biografía en tan corto tiempo, afirmó que “nunca fui un bicho raro en la escuela, no me considero distinto. Creo que tengo un don para explotar y lo hago, cada uno tiene sus respectivos dones”.
Campeón
Cuando comenzó a contactarse con la producción del Encuentro del Saber, “me presentaron la posibilidad de participar del certamen en 2012 o con suerte en 2011. Sin embargo, al poco tiempo me llegó un mail en el que se me anunciaba que gracias a una serie de cambios de último momento, participaría unos meses después”.
El primer desafío fue adentrarse en la obra del uruguayo Horacio Quiroga: “El libro que tuve que estudiar de este autor fue ‘El desierto’. Participé respondiendo sobre esta obra junto a otros dos participantes de dos provincias distintas. Gané esa primera ronda y pasé a la semifinal”.
La semifinal llegó en noviembre con un mismo libro para todos, “Boquitas Pintadas”, de Manuel Puig. “Fue una obra que personalmente me gustó muchísimo –expresó Pablo-. Participé junto a cinco chicas más, algo que me valió burlas del conductor, que llegó a decirme que el hecho de estar sentado rodeado de cinco bellas chicas era un privilegio que luego debería negociar con la producción...”. Tras una competencia durísima de siete rondas, el joven ganó nuevamente, por lo que debió preparase para el encuentro decisivo.
Así, este mes llegó el momento de disputar la gran final: “Fue la ronda para la cual tuve menos tiempo de preparación –recordó-. El libro que nos tocó es una de las mejores obras escritas en la lengua hispana, ‘Cien Años de Soledad’, del colombiano Gabriel García Márquez. Esta final fue ‘multinacional’: éramos tres chicos de Argentina, uno de Chile y otro de Paraguay”.
En cuanto a los premios que recibió a lo largo de su participación en el programa, sin dudas el más destacado es el viaje a Madrid junto a un acompañante, que aún no tiene fecha definida. Además, el adolescente recibió una gran cantidad de libros (enciclopedias, atlas, diccionarios en varios idiomas, etc.) de una importante editorial, medallas de finalista y ganador, más una netbook por ser finalista. “Las medallas a los finalistas y la medalla dorada que me otorgaron como campeón del certamen fueron otorgadas por la ganadora del año anterior”, precisó.
Pablo, al que algunos entendidos le han descubierto recursos de Edgar Allan Poe, reflexiona: “Según lo que dicen, vivir de la literatura es casi imposible, pero obviamente voy a seguir escribiendo. El destino dirá”.
Fuente: Diario Regional de Pilar
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