La semana pasada se realizó una toma pacífica de las
viviendas del barrio Las Casitas de la que participaron familias con adjudicaciones
de estas casas y otras que no tienen este respaldo, ni número de expediente
pero tampoco tienen un lugar donde
vivir.
Ayer, 5 de noviembre se vivieron momentos de tensión cuando cientos
de policías de las diferentes fuerzas, entre ellos Policía Montada y
Gendarmería, se desplegaron en la avenida Saavedra Lamas para realizar un
desalojo en el barrio las Casitas de José C. Paz.
El barrio se encuentra muy avanzado pero abandonado hace
varios años. Hay familias que esperan hace más de 10 años la entrega de su
vivienda pero el expediente no avanza y las únicas respuestas que recibieron
del Municipio conducido por Mario Ishii fueron promesas que se fueron
incumpliendo sistemáticamente.
Brenda, vecina del barrio, “Yo tengo un expediente desde
2017, me lo hicieron de nuevo porque me lo habían perdido. El expediente es
para una vivienda en este predio porque también está el de Frino pero dijeron
que ese no nos pertenece, nos pertenece este. (…) Cuando me renovaron el
expediente no me dieron un plazo, estábamos en una lista con un grupo que decía
alto riesgo porque yo estaba en la calle con los chicos.
(…) Fue re fea la situación de esta mañana porque estaban los chicos y tenían miedo.
Nosotros también teníamos miedo”.
Compartimos el testimonio completo
Iara, vecina del barrio, “Hace una semana que nosotros
estamos acá y dicen que van a venir a desalojar, que nos van a sacar. Que estas
casas tienen todas dueño.
Nosotros lo que hacemos es quedarnos y no movernos.
(…) Ishii vino acá y nos dijo que estás casitas podían ser nuestras, después fue al municipio y dijo que no, que iban a desalojar. Ni él sabe lo que dice, porque viene acá y dice una cosa y va allá y dice otra”.
Nosotros lo que hacemos es quedarnos y no movernos.
(…) Ishii vino acá y nos dijo que estás casitas podían ser nuestras, después fue al municipio y dijo que no, que iban a desalojar. Ni él sabe lo que dice, porque viene acá y dice una cosa y va allá y dice otra”.
Compartimos el testimonio completo
Después de varias horas de tensión, y por la presentación de
varios recursos en la justicia, entre ellos un Habeas Corpus, se logró frenar
el desalojo por al menos 5 días.
Las casi 300 viviendas se encuentran abandonas hace más de una
década. Recorriendo el lugar se encuentran maquinarias abandonadas, y viviendas
con distintos niveles de terminaciones, algunas en un 40 o 50% otras entre un
80 o 90%.
En el barrio, ocupado hace ya una semana, se organizó un
merendero y se realizan asambleas en forma periódica para organizarse.
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