Como en las peores películas de terror, la violencia doméstica convierte lo cotidiano en una pesadilla inimaginable. Esa fue, durante mucho tiempo, la realidad de Sandra, una adolescente de 15 años del barrio Agustoni, de Pilar, que hoy se recupera en la terapia intensiva del hospital Sanguinetti luego de sufrir un brutal ataque –el último de una larga lista- por parte del concubino de su madre.
La chica recibió dos profundas puñaladas en el pecho que le perforaron un pulmón, además de una fuerte presión sobre la tráquea con intención de asfixiarla. Luego, fue abandonada por su agresor, que huyó probablemente dándola por muerta.
Sin embargo, milagrosamente, la joven fue encontrada por vecinos primero y por familiares después aún con vida, lo que permitió que recibiera la atención médica necesaria para salvarla.
Aunque la chica está fuera de peligro y en las próximas horas sería pasada a una sala común del hospital, su familia no está tranquila, ya que teme que el agresor, que aún se encuentra prófugo, vuelva para terminar lo que empezó.
Por eso, las tías de la víctima, María y Juana Alfonso, reclamaron mayor trabajo a la policía, a la que le reprocharon una actitud pasiva en la búsqueda del violento.
El prófugo fue identificado como Sergio Atienza Martínez, de 34 años y nacionalidad paraguaya.
Pesadilla
El hecho ocurrió el jueves pasado, en una precaria casilla de la calle Santa Águeda, en el barrio Agustoni, donde la víctima vivía con su madre, la pareja de ésta y una hermanita, hija de ambos, de poco más de un año.
Esa tarde, vecinos oyeron el llanto insistente de la niña más pequeña. Cuando se acercaron a la casa, vieron que la bebé estaba sola en el patio, sin que nadie acudiera a atenderla.
Así, un vecino se acercó a la casilla, que tenía las puertas cerradas. Tras correr un pasador y sacar un candado, ingresó al interior para encontrar una escena macabra: la adolescente estaba tirada en el piso, en medio de un charco de sangre.
Rápidamente llamaron a los familiares y a una ambulancia, cuyos médicos la trasladaron al Sanguinetti. Allí, lograron compensarla y la internaron en la sala de cuidados especiales, con asistencia respiratoria.
Ayer, en diálogo con El Diario, las tías de la chica agradecieron el trabajo de los profesionales. Distinta fue, sin embargo, su valoración de la actuación policial. Es que no sólo se quejaron de las demoras para dar con el prófugo, también revelaron que los investigadores ni siquiera pudieron encontrar en la casa el arma de la agresión.
Se trata de una “faca” casera fabricada con un hierro de construcción al que se le sacó punta y se le improvisó un mango. El arma tiene más de 30 centímetros de lado, suficientes para atravesar de lado a lado el pecho de la chica en dos oportunidades. Fue encontrado por los propios familiares, debajo de un colchón, al día siguiente del ataque, cuando sacaban las pocas pertenencias de la casilla antes de prenderle fuego.
Piden ayuda
Temen que se repita la violencia
Según contaron las tías de la víctima, las agresiones no eran nuevas. Por el contrario, los propios vecinos comunicaban que veían con frecuencia cómo el hombre golpeaba con dureza a la chica quien, cuentan, “le tenía terror”. Así, no descartan que tanto las agresiones y los abusos vinieran repitiéndose desde mucho tiempo antes.
Ahora, mientras esperan que la menor se reponga de sus heridas físicas y empiece a tratar las que llevará de por vida en el alma, sus tías sólo quieren que el agresor vaya tras las rejas.
De hecho, asegura que le dieron a la policía los datos de los hermanos de Atienza Martínez tanto en distrito como en otros puntos del Conurbano para que lo rastreen, aunque hasta ahora no hubo resultados.
Mientras tanto, hay quienes dicen haberlo visto en auto y a pie más de una vez cerca de la casa que fue escenario de la barbarie.
Fuente: El Diario Regional
No hay comentarios:
Publicar un comentario