lunes, 9 de mayo de 2011

La falta de combustible generó colas y problemas de transporte

La medida de fuerza que mantenían trabajadores nucleados en el Sindicato de Camioneros generó ayer en la ciudad escasez de combustible, largas colas frente a las estaciones de servicio que contaban con un remanente de naftas y gasoil, y problemas en algunas líneas de colectivos que se vieron obligadas a restringir servicios debido a la situación de desabastecimiento que comenzaría a solucionarse en las próximas horas.
En la mañana del sábado, cargar combustible en los surtidores de Pilar se convirtió prácticamente en una misión casi imposible. Solamente la Esso ubicada en la esquina de Estanislao López (ex ruta 8) y San Martín expendió nafta especial y diesel, pero sólo hasta las 14, cuando se vaciaron completamente sus tanques.
“Me recorrí todas las estaciones de servicio del centro y en la única que pude cargar combustible fue en la Esso de San Martín y ruta 8”, relató ayer por la mañana Claudio Villarino, un chofer de remises de extensa trayectoria en el distrito.
En tanto, por la tarde, dos estaciones de servicio recibieron combustible y comenzaron a comercializarlo, en lo que fue una muestra de que la distribución empezó a normalizarse tras el levantamiento de la medida de fuerza de los camioneros, que no implicaba una huelga total sino la modalidad de “trabajo a reglamento”.
Frente a la YPF de Avenida Tratado del Pilar y la ex ruta 8 había una fila de vehículos que aguardaban para cargar combustible, que se extendía a lo largo de más de una cuadra. En cambio, la Petrobras de ruta 8 y Almirante Brown también expendía combustibles normalmente, pero allí la espera no era de más de tres autos por surtidor.

Transporte
El desabastecimiento de naftas y gasoil que se registró ayer en la mayoría de los surtidores de la ciudad y del resto de las localidades del Gran Buenos Aires ocasionó que algunas líneas de colectivos que circulan por el distrito se vieran obligadas a restringir servicios y a aumentar el tiempo de espera entre un coche y otro.
Fue el caso, por ejemplo, de las líneas 176 y 510, que debieron alargar sus habituales frecuencias de alrededor de 15 minutos promedio hasta los 20 o 25 minutos, con la intención de racionalizar el combustible y tratar de evitar así la paralización total de la prestación.
Sin embargo, según indicaron desde el gremio en conflicto, los inconvenientes se irían desvaneciendo con el correr de las horas. En ese sentido, el delegado gremial del Sindicato de Camioneros, José Lobrutto, manifestó que los choferes “levantaron el trabajo a reglamento” y que “desde el viernes por la noche se comenzó a normalizar” el abastecimiento de combustibles, restringido a raíz de la medida de fuerza llevada a cabo por el gremio de Pablo Moyano contra las empresas petroleras.
Además, el sindicalista agregó que “se está trabajando a ‘full’ para poder abastecer todas las estaciones de servicio”. Y añadió que “se hicieron horas extras para poder cumplir” con la provisión de naftas y gasoil a las estaciones se servicio.


Remises
En el caso de los remises, cabe aclarar que el servicio –al menos en Pilar- no se vio alterado por la medida de fuerza de los camioneros, debido a que la gran mayoría de los vehículos que operan en las agencias locales funcionan con GNC.


Desabastecimiento
Los motivos del conflicto camionero
El embate del Sindicato de Camioneros contra las empresas petroleras –que consistió en el trabajo a reglamento de los choferes que transportan combustibles y sustancias peligrosas- dejó a la mayoría de las estaciones de servicio sin naftas y obligó a varias líneas de colectivos a reducir sus servicios por falta de gasoil.
Luego de que el lunes pasado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidiera públicamente a la CGT “racionalidad y sentido común” en sus reclamos económicos, el gremio en conflicto salió a trabar las tareas de logística y la distribución de combustibles a nivel nacional.
Ese sindicato, que liderado por Pablo Moyano, reclama el pago de un premio anual que se adeudaría desde hace dos años y una diferencia del 5% en un adicional que cobran los choferes de los camiones de combustibles.
Tras los bloqueos realizados entre el lunes y martes últimos a las destilerías de YPF, Shell, Esso, Dapsa y Petrobras; el ministerio de Trabajo impuso la conciliación obligatoria. El gremio acató la medida un día después, pero el jueves a la tarde redobló la presión decretando el “trabajo a reglamento”.
Esa medida no hizo más que acrecentar las complicaciones que se venían registrando en la reposición de combustibles. Según indicaron las petroleras, el “trabajo a reglamento implica que sólo se pueda concretar el 60% de las entregas de naftas y gasoil que se realizan habitualmente”.

Fuente: Diario Regional de Pilar

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